julio 27, 2025

Alejandro Moreno exige resultados concretos ante la ola de violencia en Sinaloa

El presidente nacional del PRI y senador de la República, Alejandro Moreno Cárdenas, alzó la voz con firmeza ante la alarmante escalada de violencia que sacude a Sinaloa. Con cifras contundentes, denunció que tan solo en los primeros seis meses de 2025 se han registrado 893 homicidios en la entidad, 207 de ellos en junio. Esta cifra representa un aumento del 266% en comparación con el mismo mes del año anterior, dejando al descubierto una crisis de seguridad que no puede seguir ignorándose.

Moreno emitió su posicionamiento a través de redes sociales, subrayando lo que para muchos ya es evidente: la estrategia de seguridad de Morena ha fracasado rotundamente. Mientras las autoridades locales y federales insisten en decir que “todo está bajo control”, los datos reales desmienten el discurso oficial. La violencia está desbordada, la extorsión va en aumento, y los ciudadanos viven con miedo.

El dirigente del PRI fue claro: no se puede seguir tolerando un gobierno más preocupado por justificar su inacción que por ofrecer soluciones. Subrayó que la prioridad debe ser la paz y la seguridad de las familias mexicanas, no el maquillaje de cifras ni los discursos vacíos. Criticó duramente la falta de voluntad política para enfrentar al crimen con decisión y responsabilidad.

Y es que lo que ocurre en Sinaloa no es un caso aislado, sino parte de una crisis nacional de seguridad que se agrava por la complacencia institucional. Para Alejandro Moreno, lo que urge no es un cambio de narrativa, sino una nueva estrategia con autoridad, carácter y resultados tangibles. “El pueblo no quiere discursos, quiere vivir en paz”, remató el líder priista, reflejando el sentir de millones de mexicanos.

En medio de esta tragedia que enluta hogares sinaloenses, el llamado es contundente: el gobierno debe asumir su responsabilidad, garantizar seguridad real y dejar de fallarle a un país que exige vivir sin miedo.

Culiacán ocupa desde 2024 el lugar 17 entre las ciudades más violentas del mundo, con una tasa de 60.8 homicidios por cada 100 mil habitantes y al menos 623 asesinatos en ese año, cifras que han empeorado de forma alarmante en 2025. En el primer trimestre del año, la capital sinaloense registró 212 homicidios —el 165 % más que en 2024— representando más de la mitad de los crímenes en todo el estado.

La violencia no se limita a adultos: desde septiembre de 2024 hasta julio de 2025, al menos 50 niñas, niños y adolescentes han sido asesinados en Sinaloa, muchos de ellos en Culiacán, ya sea en ataques directos o por fuego cruzado. En pleno ciclo escolar 2024‑2025, unos 80 planteles suspendieron clases debido a amenazas, tiroteos y cuerpos hallados alrededor de las escuelas, obligando a miles de estudiantes a estudiar desde casa.

Los enfrentamientos entre facciones del Cártel de Sinaloa —Los Chapitos y Los Mayos— impulsaron una escalada de violencia que ya ha causado más de mil homicidios dolosos en la entidad y generó desplazamientos, cierres de negocios y pérdida de empleo en Culiacán, donde se reportaron también bloqueos, ataques con explosivos y temor generalizado entre la población.

En un contexto de violencia desbordada como el que vive Sinaloa, el posicionamiento firme del PRI resulta crucial para dar voz a millones de ciudadanos que exigen soluciones reales y urgentes. Que un partido político señale con claridad el fracaso de la estrategia de seguridad, la insensibilidad gubernamental y el abandono de las víctimas, no solo es un acto de responsabilidad democrática, sino un paso necesario para recuperar la confianza en las instituciones. El PRI, al visibilizar esta crisis, deja claro que no está dispuesto a callar ante la negligencia ni a normalizar la tragedia. Su postura es un llamado urgente a replantear el rumbo y a priorizar la vida, la paz y la justicia por encima de las justificaciones políticas.